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Arquitectos: Studiolada
- Área: 1465 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Olivier Mathiotte, Eric Colin, Christophe Aubertin, SNBR
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Proveedores: Les Metalliers Lorrains, Metallerie Rodriguez, ROCAMAT, Sagards Vosges
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La ciudad de Saint-Dizier es una de las 222 ciudades comprometidas en el plan nacional "Action Cœur de Ville", que pretende mejorar las condiciones de vida de los habitantes de las ciudades de tamaño mediano y conseguir que desempeñen un papel protagonista en el desarrollo del territorio. En Saint-Dizier, el centro de la ciudad se ha ido desvitalizando progresivamente y la periferia ha florecido. El proyecto del mercado representa un elemento esencial de la estrategia de revitalización del corazón de la ciudad, con el objetivo de recrear una economía local basada en el comercio de proximidad y el trabajo artesanal.
La ubicación del proyecto en el corazón de la ciudad y la co-visibilidad con el castillo protegido como monumento histórico son una limitación significativa del sitio. El mercado propone un diálogo entre la arquitectura contemporánea y el centro antiguo. Intenta crear una conexión entre el centro histórico, los distritos de posguerra, el gran terreno central a transformar y el parque del castillo. El mercado acoge a comerciantes locales como panaderos, carniceros, pescadores y verduleros, y también cuenta con pequeños espacios para comer.
Absorbiendo la historia de la construcción en piedra maciza, este edificio intenta reinterpretar un planteamiento estructural tradicional: el uso correcto del material adecuado en el lugar adecuado, frente a múltiples limitaciones. El principio general de construcción es una estructura mixta de piedra, madera y acero, con la implantación de una estructura metálica que soporta el tejado y el suelo suspendido, sin soportes intermedios a lo largo de 30 metros. Las fachadas de piedra estabilizan la rejilla metálica a lo largo del eje longitudinal y la rejilla de acero estabiliza las fachadas de piedra a lo largo de la dirección lateral. El edificio sólo está cimentado en su periferia, apoyándose en 36 pilares enterrados 12 metros bajo tierra que soportan las vigas exteriores.
Los arcos de piedra dialogan con las bóvedas de marco de madera. Las rejillas constructivas afirman el volumen y dan forma al diseño arquitectónico del lugar. Los 3 arcos se forman para respetar la geometría de una "cadena" y así conservan una familia de proporciones. Los 4 arcos estrechos cruzan 2 metros; los 10 arcos medianos cruzan 7 metros; y los 2 arcos grandes cruzan 23 metros. Estas elecciones constructivas refuerzan el valor de los oficios, el saber hacer y el arte de la construcción. La falta de mano de obra en la actualidad es consecuencia de la disminución en la calidad constructiva. Es urgente devolver el protagonismo a los artesanos y constructores.